Reflexión de Javito
Antojadozas Conclusiones
Siempre que se duda sobre si nuestro accionar es correcto o no, suele uno tratar de ponerse en el lugar de la otra persona y de esa manera intuimos qué es lo que la otra persona desearía escuchar, recibir, etc... El problema de Matías Castro es que cuando él se pone en el lugar de las otras personas sigue pensando y sintiendo como Matías Castro. Y el problema de Matías Castro es que cuando él se pone en el lugar de las otras personas y sigue pensando y sintiendo como Matías Castro, se aleja bastante de lo que cualquier otra persona podría pensar o sentir en la situación que él intentaba recrear imaginariamente.
De esta forma, por más denodado esfuerzo que Matías Castro hiciese para llegar a establecer lazos de amistades y relaciones normales, nunca lo logró.
No queda mucho más por decir... es una cuestión bastante simple de entender, siempre y cuando nos pongamos en el lugar de Matías Castro y sintamos lo que él siente a diario. El único problema es que cuando nosotros nos pongamos en el lugar de Matías Castro, seguiremos pensando y sintiendo como nosotros mismos. Y el problema de que cuando nosotros nos pongamos en el lugar de Matías Castro y sigamos pensando y sintiendo como nosotros mismos, es que percibiremos una noción bastante alejada de la que Matías Castro siente...
Siempre que se duda sobre si nuestro accionar es correcto o no, suele uno tratar de ponerse en el lugar de la otra persona y de esa manera intuimos qué es lo que la otra persona desearía escuchar, recibir, etc... El problema de Matías Castro es que cuando él se pone en el lugar de las otras personas sigue pensando y sintiendo como Matías Castro. Y el problema de Matías Castro es que cuando él se pone en el lugar de las otras personas y sigue pensando y sintiendo como Matías Castro, se aleja bastante de lo que cualquier otra persona podría pensar o sentir en la situación que él intentaba recrear imaginariamente.
De esta forma, por más denodado esfuerzo que Matías Castro hiciese para llegar a establecer lazos de amistades y relaciones normales, nunca lo logró.
No queda mucho más por decir... es una cuestión bastante simple de entender, siempre y cuando nos pongamos en el lugar de Matías Castro y sintamos lo que él siente a diario. El único problema es que cuando nosotros nos pongamos en el lugar de Matías Castro, seguiremos pensando y sintiendo como nosotros mismos. Y el problema de que cuando nosotros nos pongamos en el lugar de Matías Castro y sigamos pensando y sintiendo como nosotros mismos, es que percibiremos una noción bastante alejada de la que Matías Castro siente...
1 comentario
Matías Castro -
yo me llamo matías castro