Blogia
blablabla

Literatura

J.L.Borges

Eres invulnerable. ¿No te han dado
los númenes que rigen tu destino
certidumbre de polvo? ¿No es acaso
tu irreversible tiempo el de aquel río
en cuyo espejo Heráclito vio el símbolo
de su fugacidad? Te espera el mármol
que no leerás. En él ya están escritos
la fecha, la ciudad y el epitafio.
sueños del tiempo son también los otros,
no firme bronce ni acendrado oro;
El universo es como tú, Proteo.
Sombra, irás a la sombra que te aguarda
fatal en el confín de tu jornada;
Piensa que de algún modo ya estás muerto.
(J.L Borges)

Reflexión de Javito

Antojadozas Conclusiones

Siempre que se duda sobre si nuestro accionar es correcto o no, suele uno tratar de ponerse en el lugar de la otra persona y de esa manera intuimos qué es lo que la otra persona desearía escuchar, recibir, etc... El problema de Matías Castro es que cuando él se pone en el lugar de las otras personas sigue pensando y sintiendo como Matías Castro. Y el problema de Matías Castro es que cuando él se pone en el lugar de las otras personas y sigue pensando y sintiendo como Matías Castro, se aleja bastante de lo que cualquier otra persona podría pensar o sentir en la situación que él intentaba recrear imaginariamente.
De esta forma, por más denodado esfuerzo que Matías Castro hiciese para llegar a establecer lazos de amistades y relaciones normales, nunca lo logró.
No queda mucho más por decir... es una cuestión bastante simple de entender, siempre y cuando nos pongamos en el lugar de Matías Castro y sintamos lo que él siente a diario. El único problema es que cuando nosotros nos pongamos en el lugar de Matías Castro, seguiremos pensando y sintiendo como nosotros mismos. Y el problema de que cuando nosotros nos pongamos en el lugar de Matías Castro y sigamos pensando y sintiendo como nosotros mismos, es que percibiremos una noción bastante alejada de la que Matías Castro siente...

Pagina

les recomiendo esta revista virtual, http://www.federata.com.ar la verdad esta bueno
es para aquellos a los que les gusta la literatura

Lo mira y le dice : tengo el tiempo y lo pierdo ya.

Lo mira y le dice: todo pasa de este lado de la piel.

Lo mira y le dice: permaneciendo por descarte.

"Me dijeron que una mosca vive 24 horas. Me gusta más matarlas antes".

Cortazar (nunca es suficiente)

Discurso del oso

Soy el oso de los caños de la casa, subo por los caños en las horas de silencio, los tubos de agua caliente, de la calefacción, del aire Fresco, voy por los tubos de departamento en departamento y soy el oso que va por los caños

Creo que me estiman porque mi pelo mantiene limpios los conductos, incesantemente corro por los tubos y nada me gusta más que pasar de piso en piso resbalando por los caños. A veces saco una pata por la canilla y la muchacha del tercero, grita que se ha quemado, o gruño a la altura del horno del segundo y la cocinera Guillermina se queja de que el aire tira mal. De noche ando callado y es cuando más ligero ando, me asomo al techo por la chimenea para ver si la luna baila arriba, y me dejo resbalar como el viento hasta las calderas del sótano. Y en verano nado de noche en la cisterna picoteada de estrellas, me lavo la cara primero con una mano, después con la otra, después con las dos juntas, y eso me produce una grandísima alegría.

Entonces resbalo por todos los caños de la casa, gruñendo contento, y los matrimonios se agitan en sus camas y deploran la instalación de las tuberías. Algunos encienden la luz y escriben un papelito para acordarse de protestar cuando vean al portero. Yo busco la canilla que siempre queda abierta en algún piso; por allí saco la nariz y miro la oscuridad de las habitaciones donde viven esos seres que no pueden andar por los caños, y les tengo algo de lástima al verlos tan torpes y grandes, al oír cómo roncan y sueñan en voz alta, y están tan solos. Cuando de mañana se lavan la cara, les acaricio las mejillas, les lamo la nariz y me voy, vagamente seguro de haber hecho bien.

Cortazar

Album con fotos: edición 1967 DC
La verdadera cara de los ángeles
es que hay napalm, y hay niebla y hay tortura.

La cara verdadera es el zapato entre la mierda, el lunes de mañana, el diario.

La verdadera cara cuelga de perchas y liquidación de saldos.
De los ángeles la cara verdadera es un álbum que cuesta 30 francos
y está lleno de caras. Las verdaderas caras de los ángeles.
la cara de un negrito hambriento, la cara de un cholito mendigando, un vietnamita, un argentino, un español.
La cara verde del hambre verdadera de los ángeles, por tres mil francos la emoción en casa.
La cara verdadera de los ángeles , la cara verdadera de los hombres . La verdadera cara de los ángeles.

Cortazar

Más sobre escaleras

En un lugar de la bibliografía del que no quiero acordarme se explicó alguna vez que hay escaleras para subir y escaleras para bajar. Lo que no se dijo entoncés es que también puede haber escaleras para ir hacia atrás. Los usuarios de estos útiles artefactos comprenderán sin excesivo esfuerzo que cualquier escalera va hacia atrás si uno la sube de espaldas. pero lo que en esos casos está por verse es el resultado de tan insólito proceso. Hágase la prueba con cualquier escalera exterior. Vencido el primer sentimiento de incomodidad e incluso de vértigo se descubrirá a cada peldaño un nuevo ámbito, que si bien forma parte del ámbito del peldaño precedente, al mismo tiempo lo corrige, lo critica, lo ensancha. Piensese que muy poco antes, la última vez que se habia trepado en la forma usual por esa escalera , el mundo de atrás quedaba
abolido por la escalera misma, su hipnótica sucesión de peldaños. En cambio, bastará subirla de espaldas para que un horizonte limitado al comienzo por la tapia del jardín salte ahora hasta el campito de los peñalosa, abarque luego el molino de la turca, estalle en los álamos del cementerio, y con un poco de suerte llegue hasta el horizonte de verdad, el de la definición que nos enseñaba la señorita de terer grado.Y el cielo y las nubes, cuéntelas cuando esté en lo más alto, bébase el cielo que le cae en plena cara desde su inmenso embudo. A lo mejor después, cuando gira en redondo y entre en el piso alto de su casa, en su vida doméstica y diaria, comprenderá que también allí había que mirar muchas cosas en esa forma. Que también en una boca, un amor, una novela había que subir hacia atrás. Pero tenga cuidado: es fácil tropezar y caerse. hay cosas que sólo se dejan ver mientras se sube hacia atrás y otras que no quieren , que tienen miedo de ese ascenso que las obliga a desnudarse tanto; obstinadas en su nivel y en su máscara se vengan cruelmente del que sube de espaldas para ver lo otro. El campito de los peñalosas, o los álamos del cementario. Cuidado con esa silla. Cuidado con esa mujer.

otro de texto del santi...

Juntos
Tengo el recuerdo prestado de un abuelo. Recuerdo es una forma de decir, por que al fin y al cabo no pude conocerlo, y lo tengo prestado por que en realidad no es mío sino de mi madre quien tuvo que empezar a usarlo, a su manera, cuando apenas tenia quince años. El recuerdo de mi abuelo es liviano, apenas tiene cuerpo y logra deslizarse de mi con facilidad. Me abandona y vuelve a encontrarme con la sorpresa anticipada de las lluvias; yo intento evocarlo entero a pesar de las grietas, de no haber escuchado su voz, ni haber sentido sus manos.
En el cajón de una de las mesas de luz de la casa, hay una foto que lo restaura. Se lo ve arriba de un descapotable antiguo en algún paisaje incierto de montañas. Ahí esta, parado sobre el suelo del auto con la mitad del cuerpo sobresaliendo del parabrisas como un actor de cine y la mirada que se le pierde mas allá de los gastados bordes del papel. A veces pienso que él también pudo haberme buscado en el tiempo, sospechando hacia delante la imagen de un nieto que todavía no era. La idea me atrapa, me fascina, me envuelve. Por que entonces, si alguna tarde, yo retrocediera para buscarlo por mi memoria, recuerdo prestado, y él se hubiera esforzado por alcanzarme en las nubes de su porvenir, entonces, tal vez, podríamos asistir ambos, en alguna galería de siestas tibias, a una de esas imposibles reuniones de viento.

Javito

bueno, esta es una reflexion de nuestro amigo javito:

¿Por qué?

Es bastante común que ante alguna duda sobre nuestras constantes decisiones diarias nos detengamos a reflexionar algunos segundos preguntándonos sobre los por qué y para qué de nuestras cosas. Nunca creí que pudiera haber algo de malo en este frecuente hábito hasta que me topé con un personaje sin par al cual estas inquisiciones lo invadían segundo a segundo ante cualquier insignificante resolución. Desde mi propia experiencia personal considero que no hay consejos como los que brinda nuestra conciencia pero cuando este ente regulador está extralimitado, el asunto empieza a desfigurarse hasta llegar a niveles sorprendentes. A Martina Paredes cada pregunta le surge como consecuencia de cualquier cotidianidad, y este interrogante no sólo espera ser respondido sino que dispara más y más signos de interrogación que se desprenden como gotas de miel de una cucharada demasiado cargada. La primer esfera dorada, que en su lenta caída todavía duda sobre si desea separarse del resto de la empalagosa sustancia o no, se empieza a alargar perezosa e irremediablemente. Ya dejó de ser una esfera para convertirse en una esbelta lágrima que siente como el único vínculo que la une con el resto de la miel se adelgazada con precipitada rapidez. Siente un tropel de compañeras que la empujan y sabe que a consecuencia de su desprendimiento muchas otras gotas la seguirán. La seguirán por algún extraño lazo de amistad que las fraterniza con la compañera caída, o por algún extraño fenómeno físico referido a los fluidos viscosos. No importa porqué, lo importante es que irremediablemente caerán muchas gotas más. Y en este punto es que hacemos una retrospectiva y empezamos de nuevo, porque a mi no me interesa demasiado averiguar el porqué caerán muchas gotas más, pero a Martina Paredes esto no hará más que precipitarle más y más preguntas.
Y este desplome de preguntas se prolonga hasta que cae la última y pesada gota que pregunta si ha sido válido plantearse la pregunta original. Y este desplome de preguntas se prolonga hasta que es imposible interactuar con el mundo por una eterna indecisión.

Santi

vamos con el primero, de ramirez, uno de mis favoritos y esperemos que no se enoje con la publicacion. cualquier cosa despues lo sacamos.

Su alma verde y diminuta

Sobre el suelo de los pueblos por donde ha pasado la guerra los grillos no saltan, pues según ellos mismos afirman, no tienen por que.

En la inmensidad de las praderas, en los montes y en la planicie de los campos, los grillos saltan persiguiendo el cambio, impulsados por la búsqueda de lo nuevo. Por eso saltan, por que buscan, apasionadamente, lo nuevo. Si se encuentran sobre un bosque de margaritas buscan la frescura lago, si flotan sobre las hojas secas en los estanques entonces se lanzan hacia la hierba. Presos del inconformismo dan brincos de aquí para allá, bajo el sol de las siestas o bañados, durante las noches, por la luz de la luna.
Saltando reemplazan el paisaje de fondo por uno nuevo. Saltando renuevan su aire , saltando avanzan, viven, crecen...

La guerra ara esos suelos, antes verdes, los deja llanos y negros. No se distinguen mas las flores de la hierba, todo se convierte en polvo, el color se diluye. Una terrible alfombra gris de cenizas cubre la tierra, entonces todo es plano, uniforme. Mire uno donde mire, esté donde esté, todo es igual. Los arbustos marchitos, los árboles mutilados, todo igual, el aroma de la pólvora penetra en el aire y entonces hasta respirar se vuelve una angustia monótona, no más aromas.

Entonces los grillos dejan de saltar, no tienen por qué. ¿para qué alejarse? ¿por qué avanzar? ¿hacia dónde avanzar? Da lo mismo quedarse en su sitio, eso concluyen. Uno, dos, tres, cuarenta brincos más allá, todo es igual. El salto ya no es más cambio, ya no sirve como camino hacia lo nuevo, lo nuevo, pues, se ha desvanecido. No saltan. Reposan inmóviles en su sitio hasta que un día, sin darse cuenta, se mueren. Luego el viento sopla sin obstáculos, sin arboles que se le interpongan, y barre con los grillos estáticos. Los barre para siempre. Se rapta a los grillos junto con el recuerdo de los grillos...ni eso deja.

He escuchado, de la boca de un hombre, que las guerras son inevitables. Que una vez lanzados los dados de la humanidad, de la especie humana, nada hay por hacer. Que la paz es ahora un absurdo, que el poder, aunque nos cueste aceptarlo, lo es todo. Con desgano acepto esta sentencia, no hay peor cosa que volverse utópico en estos días.

Aún así, yo propongo. Ya que la paz dejó de ser una razón para detener las guerras, propongo. Erradiquemos las guerras por los grillos, por ellos...

...por que no se los lleve el viento una vez que hallan decidido, con la pena instalada dentro de su alma verde y diminuta, no volver a saltar.

Santiago Ramirez

Pathrita

Este escrito es de nuestra amiga pathrita, se los recomiendo

Tenías las manitas suaves. El roce de una brisa de otoño.

Y debajo de un flequillito que te caía graciosamente como bruma ; unas pupilas oscuras y brillantes.

De una piel del color del café y con lo terso de la infancia; irradiabas vida.

Caminabas concentrada en el camino de tierra, en las piedras, en los surcos que habían dejado otras pisadas. Apenas si agarrabas mi mano con esos dedos que desafían a la Belleza con mayúsculas. Y debajo de esa carita que haría florecer a cualquier invierno; la blancura más pura...el color de las risas tiernas como melodías... como los grillos que habitan en la negrura de algunas noches o el sonido de las hojas secas cuando las asusta al pasar algún viento y acarician las veredas gastadas.

Al principio te mantenías prudentemente callada mientras observabas con avidez insaciable cada movimiento. Pero no hicieron falta más que unos cuantos mimos y algunos cosquilleos para hacerte explotar a carcajadas. Y después nos hundimos en los juegos, en las canciones, y nos ahogamos en las miradas cómplices. Entonces nos perdimos en el tiempo. Entonces me perdí en tu inocencia, en cada palabra que dibujabas y que fue la más dulce. Ahora vuelvo a pensar en vos, y en tus pasitos y tus travesuras; vuelvo a pensar en lo mágico con que teñías todo a tu alrededor. Y pienso en las flores silvestres que nacen en los lugares más recónditos; en alguna sequedad del campo, en alguna roca perdida, en alguna soledad. Esas flores; contornos de la perfección, formas netas, colores puros, perfume simple. Y ese recuerdo hace temblar maravillosamente mi mundo.

Supiste buscar en mis rincones oscuros, en mis ventanas cubiertas de polvo, en algunos susurros que creía muertos. Y me dejaste tan callando...

Quiero recordarte así. Quiero recordarme así , como flotando en tus silencios. Y quiero que ese “hoy” se perpetúe y haga ecos en los imposibles.



P.D: Para los que la conocen. Es Para Vanesa , hermosura de 6 añitos ( de la villa) .